Fernando Ravsberg
Algunos se sorprenden del apoyo que recibe la integración de Cuba en América Latina pero parece lógico en un continente en el que además de la isla, Nicaragua, Brasil y Uruguay están gobernados por ex guerrilleros de izquierda y El Salvador por un presidente que llegó al gobierno con el apoyo del FMLN, otra formación del mismo origen. Los mandatarios de Venezuela, Bolivia y Ecuador se declaran abiertamente socialistas y anticapitalistas, mientras las Jefas de Estado de Argentina y Chile no ocultan sus simpatías. México, tras creerse América del Norte durante 3 presidentes, quiere volver la mirada al sur y saben que su bandera histórica de independencia política se llama Cuba. Para rematarla, Colombia, el gobierno más pro EEUU que hay en la región, se siente en deuda con La Habana por su apoyo al proceso de paz.